En la actualidad un buen servicio experto en videncia puede hacerte recuperar a cualquier pareja, sin importar cuál haya sido la causa de la separación. Sin embargo, hay una que plantea más dificultad que las otras: la infidelidad.

A nadie le gusta un infiel, y son muchísimas las relaciones que año tras año se rompen por este problema. Si has pasado por él, tal vez te preguntes por qué los seres humanos caemos en este error. Pues bien, diversos estudios han revelado 5 razones que nos impulsan a ello.

Sensación de insatisfacción

Comencemos por la causa de infidelidad más común: sentirse insatisfecho en una relación. Esta situación es bastante normal. Incluso nos atrevemos a decir que un gran porcentaje de las parejas lo sufre.

El verdadero detalle con esa sensación es que suele pasar en silencio. Es decir, la persona que se siente insatisfecha rara vez lo comunica. Puede que no reciba el amor o la atención que esperaba obtener por parte de la otra; aun así, es incapaz de recriminárselo.

Allí comienza el problema. Esa persona, por simple necesidad emocional, intentará solucionar esa carencia buscando el amor deseado en alguien más. Y si sucede que se cruza con el individuo adecuado, no tardará en entregarse.

Falso compromiso

En la mayoría de las culturas y sociedades humanas, la monogamia es vista como lo correcto. La idea de un hombre y una mujer juntos es para muchos la aspiración que todos debemos seguir. Por desgracia, la falta de capacidad para cumplirla es una causa de infidelidad constante.

A nivel biológico, estar con una sola persona no pareciera lo más lógico. Pero el ser humano lleva siglos intentando demostrar que puede hacerlo. El problema es que algunos fingen que lo van a cumplir, cuando saben muy bien que es mentira.

Muchos hombres y mujeres entran a una relación estando conscientes de que les gusta tener relaciones con más de uno. Desde luego, dicen comprometerse a cumplir con la fidelidad debida, y logran mantenerlo solamente por un breve tiempo.

Más adelante llegan a ser incapaces de seguir soportando, de modo que ceden frente a la primera tentación. Por ende, es un problema que viene desde antes de la relación en sí. Si encuentras a alguien así, lo mejor es que no tengan nada más que una simple amistad, o podría lastimarte.

Agotamiento del amor

Algunas personas llegan a creer que la relación se ha estancado, que ya el amor se ha agotado por completo. Este pensamiento parte de que ya no hay tanta química sexual o romántica como al principio. Y es una equivocación total, pues ese es el curso natural de las relaciones.

A medida que pasa el tiempo, la intensidad sexual va disminuyendo. En cambio, el compromiso y la confianza van en aumento. Pero esto no lo nota esa persona, por lo que acaba siendo su causa de infidelidad.

En vista de que presuntamente ya no hay amor, el infiel busca otras personas que lo hagan sentirse amado. Al creer que todo se ha acabado experimenta el impulso de comenzar desde cero. Lo que no sabe es que en realidad su relación ya ha alcanzado el punto al que todas deben llegar.

Miedo a la soledad

Otra causa de infidelidad bastante ignorada es el miedo a la soledad. En algunos casos uno de los miembros de la pareja está consciente de que ya no siente nada. A pesar de ello, teme encontrarse solo y perder la compañía a la que está acostumbrado.

Con base en eso, hasta no haber encontrado a otra persona con la cual reiniciar su vida amorosa, va probando con diferentes candidatos. Esto se traduce en múltiples infidelidades. Lo correcto sería decir lo que sientes y alejarte, para no herir a nadie.

Aburrimiento

Aunque en último lugar, esta es una de las causas con las que debes tener más cuidado. La pérdida de la pasión, la rutina diaria y la falta de nuevas experiencias van generando aburrimiento.

De esa forma, tener relaciones con alguien que no es nuestra pareja resulta de pronto algo peligroso pero muy emocionante. Por ese motivo es necesario ir innovando en la relación de vez en cuando.